Cuellos de botella en pymes: cómo identificarlos

Producción y procesos

La economía española crece a un ritmo del 3 %, impulsada por una recuperación sólida de la demanda interna. Sin embargo, persisten limitaciones que frenan la capacidad de las empresas para mejorar su productividad. El informe de octubre de 2025 sobre la situación y perspectivas de la economía española señala varios cuellos de botella que afectan al crecimiento, especialmente en la inversión, la eficiencia del trabajo y la disponibilidad de talento.

Pero, ¿qué son realmente los cuellos de botella? ¿Cómo puede una pyme identificarlos? ¿Cuáles son los más comunes? Y, sobre todo, ¿qué hacer cuando uno de ellos ya está afectando al rendimiento de la empresa? Te lo explicamos a continuación:

Qué son los cuellos de botella en la gestión de proyectos de una pyme

Los cuellos de botella se producen cuando una parte del proceso —ya sea productivo, logístico, administrativo o comercial— trabaja más lentamente que el resto, frenando el rendimiento de la pyme.

El término proviene de la imagen de una botella: por muy ancho que sea el cuerpo, el flujo del líquido se ve restringido por la estrechez del cuello. En el ámbito empresarial, esa “estrechez” puede ser un proceso manual, un software obsoleto, una falta de personal o una decisión mal coordinada.

¿Cuáles son los cuellos de botella más comunes en las pymes?

Entre los cuellos de botella más comunes en la pyme destacamos:

  • Operativos: aparecen en la producción o prestación de servicios. Por ejemplo, cuando una máquina tiene menor capacidad que el resto o un trabajador concentra demasiadas tareas.

  • Logísticos: se dan en la gestión de inventarios, transporte o aprovisionamiento, generando retrasos o roturas de stock.

  • Administrativos: procesos manuales o burocráticos que ralentizan la toma de decisiones o la gestión de documentación.

  • Comerciales: pueden surgir en la gestión de pedidos, atención al cliente o seguimiento de leads cuando no hay suficiente personal o herramientas adecuadas.

  • Tecnológicos: sistemas desactualizados o falta de integración entre plataformas que dificultan la comunicación interna o la trazabilidad.

 

Cómo identificar los cuellos de botella en una pyme

Identificar cuellos de botella requiere entender en profundidad cómo fluye el trabajo dentro de la pyme y reconocer los puntos que están ralentizando su rendimiento. Para ello, es necesario combinar la observación, el análisis de datos y la implicación activa de los equipos. A partir de este enfoque, se pueden seguir una serie de pasos determinantes:

1. Mapea el proceso completo

El primer paso es identificar en detalle cada etapa del flujo de trabajo. Esto permite obtener una visión global y analizar los tiempos que transcurren entre cada fase, las herramientas utilizadas y los responsables involucrados.

Entre las técnicas y herramientas recomendadas para este análisis se encuentran: diagramas de flujo, diagramas de Gantt, listas de tareas o diagramas de causa-efecto (también llamados diagramas de espina de pescado).

2. Mide y establece los KPIs

Una vez mapeados los procesos, para identificar con precisión posibles obstáculos es necesario definir y monitorizar los KPIs de rendimiento en cada etapa. Esto permite detectar, con datos objetivos, cualquier indicador de cuello de botella.

Algunos de los KPIs más útiles para identificar cuellos de botella son:

  • Duración del proceso y tiempo total: permiten ver cuánto se tarda en completar un proceso completo y en qué etapas se producen los mayores retrasos.

  • Rendimiento por unidad: indica cuántas tareas, documentos o unidades se completan en un periodo determinado y dónde se reduce la productividad.

  • Acumulación de tareas pendientes: refleja en que áreas se concentran los retrasos de forma recurrente en el flujo de trabajo.

  • Periodos de inactividad: señalan las etapas en las que las tareas quedan detenidas sin causa operativa justificada.

3. Escucha a los equipos que se encuentran en el proceso

Recoger el feedback de los equipos que participan en el proceso permite detectar problemas u obstáculos que podrían pasar desapercibidos en los informes. A través de reuniones, entrevistas o visitas presenciales se puede gestionar esta observación directa y cualitativa.

En muchas ocasiones, el personal ya sabe con precisión dónde se encuentra el cuello de botella, pero carecen de canales formales para comunicarlo.

4. Implementa soluciones  y supervisa

Las soluciones pueden variar según la causa. En algunos casos bastará con redistribuir tareas o recursos, mientras que en otros será necesario invertir en tecnología o formación. Lo importante es monitorizar los resultados y asegurar que el cambio se mantiene a largo plazo.

 

 

Qué hacer cuando un cuello de botella ya está afectando a tu pyme

Cuando el cuello de botella ya existe, lo más eficaz es controlar su impacto mientras se trabaja en su eliminación. Algunas estrategias que ayudan a minimizar sus efectos son:

  • Evitar la inactividad: Detener por completo el cuello de botella puede generar un efecto dominó que afecte a todo el proyecto. Por eso, lo ideal es mantenerlo operativo mientras, al mismo tiempo, se trabaja en resolver el problema lo antes posible.
  • Reducir la tensión: facilitar la situación puede ayudar a mantener el flujo operativo. Por ejemplo, al disminuir la cantidad de tareas que llegan al cuello de botella o mejorar la forma en que se entregan, se aligera la carga de trabajo y se evita que el problema se agrave.
  • Cuida el ánimo y la motivación de tu equipo: cuando surgen dificultades, es normal que el equipo pierda foco, confianza o motivación. Mantén una comunicación clara y constante para explicar cómo se está gestionando el cuello de botella y qué medidas se están tomando. Además, indica de qué forma pueden colaborar durante este periodo, reforzando su implicación y sentido de propósito.
  • Prioriza la calidad: omitir pasos, realizar cambios con prisa o acumular un exceso de tareas puede afectar directamente al resultado final. Esto puede derivar en tener que rehacer parte del trabajo, perder clientes o incluso debilitar la confianza del equipo.

Conclusión

Los cuellos de botella pueden aparecer en los proyectos de una pyme en cualquier momento, afectando en su eficiencia y productividad. El uso de herramientas y estrategias adecuadas para identificarlos, gestionarlos y solucionarlos, junto con la implicación del equipo, permiten implementar medidas concretas y en consecuencia, controlar el trabajo acumulado.

La integración de esta práctica en la estrategia de la pyme ayuda a la empresa a adaptarse más rápido a los cambios que se puedan dar, poner en valor el talento del equipo y ofrecer un servicio más eficiente a sus clientes y leads.

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