Por Jorge Vazquez, Gerente de Consultoría en TACTIO
¿Qué es rentabilidad por dividendo?
La Rentabilidad por Dividendo es uno de los indicadores más utilizados por los inversores y analistas cuando se disponen a valorar una empresa y realizar inversiones. Su adecuado análisis no es condición suficiente ya que deben tenerse en cuenta también otros factores para completar el proceso inversor, pero si es condición necesaria para realizar cualquier inversión. No debe estudiarse de forma aislada a otros indicadores, pero si debe tenerse muy en cuenta.
Los rendimientos de las inversiones en acciones pueden provenir por varias vías: vía revalorización de la cotización de la acción si la empresa cotiza en mercados secundarios (Bolsa) o vía reparto de beneficios a los accionistas por parte de la empresa. El análisis de la Rentabilidad por Dividendo se centra en el segundo caso.
Por lo tanto, la Rentabilidad por Dividendo especifica la relación entre los dividendos -los repartos de beneficios- que se han repartido anualmente por cada acción, y el coste que tiene esa acción. Esta relación se muestra en porcentaje. Dicho de otro modo, la Rentabilidad por Dividendo es la rentabilidad que recibirá un empresario o inversor en acciones mediante el reparto de beneficios.
Veámoslo con un sencillo ejemplo: pongamos que la empresa A tiene un valor de mercado de 8€ por acción, y que ha repartido durante un determinado año dos dividendos entre los accionistas, uno de 0,20€ y otro de 0,08€; por lo tanto, si un inversor compra una acción a 8€ y percibe 0,28€ vía reparto de beneficios, ha conseguido una rentabilidad del 3,5%.
Finalmente, resaltar que la Rentabilidad por Dividendo nos ayudara también a conocer cuánto tiempo tardaremos en recuperar la inversión realizada vía reparto de dividendo. Esto nos permitirá sopesar la idoneidad de la inversión para saber si es atractiva la espera e inmovilizar cierto capital en una empresa o por el contrario existen otras alternativas más interesantes en las que invertir. En el caso anterior, el inversor tardara 28,6 años en recuperar su inversión inicial: 8€ de compra /0,28€ que recibe anualmente.

¿Cómo se calcula la rentabilidad por dividendo?
Atendiendo a la definición anterior, la rentabilidad por dividendo es el cociente entre el dividendo por acción que reparte una compañía anualmente y el precio pagado por la acción (dividendos totales repartidos entre capitalización total de la empresa).
Por lo tanto, debe tenerse en cuenta:
- El concepto de dividendo. El dividendo se define como la parte del beneficio que se reparte entre accionistas de una empresa. Es una especie de remuneración por ser “dueño” de esa sociedad.
Cuando una sociedad cierra un ejercicio, debe presentar unos resultados. Si estos resultados aportan beneficios, se debe aprobar en Junta General de Accionistas (JGA) a proposición del Consejo de Administracion, cuánto dinero se pueden repartir entre los accionistas de la sociedad. Es lo que en el argot financiero se conoce como Pay-Out o Política de Reparto de Beneficios: porcentaje de los beneficios que una empresa dedica al pago de dividendos. El resto del porcentaje no se reparte, se queda en los fondos propios de la empresa para reinvertir o fortalecer el balance.
Este matiz es muy importante, ya que se debe comprender que la Rentabilidad por Dividendo se calcula a partir de una parte del beneficio, no todo el beneficio. Si se coge todo el beneficio, estaremos calculando el PER, que es otro ratio diferente.
Veamos con un ejemplo. Una empresa donde hay 10 socios u accionistas, y presenta unas cuentas de Pérdidas y Ganancias en donde el Beneficio Neto es de 500.000€. La JGA decide repartir el 50% del Beneficio Neto y el resto reinvertirlo en acondicionar instalaciones. Teniendo en cuenta esto, se repartirán 250.000€ entre 10 socios, es decir, 25.000€ por socio, no 50.000€.
Antes estas situaciones deberemos hacernos las siguientes preguntas: ¿la empresa reparte demasiados beneficios? ¿No es mas acertado repartir menos e invertir en hacer crecer la empresa?
- El concepto de Precio por Acción. Este término debe limitarse al precio de compra concreto al que se realizó la adquisición de la acción, y no como sucede habitualmente, en donde se toma como referencia el precio de la cotización de la acción en el momento del cálculo de la Rentabilidad por Dividendo. De no hacerlo al precio de compra concreto, distorsionamos el resultado real de la Rentabilidad por Dividendo.
Atendiendo al ejemplo anterior, supongamos que los 10 socios compraron las acciones a 100.000€/acción, y que, en el momento de repartir beneficios, esta acción cotiza o vale 300.000€/acción. El calculo de la Rentabilidad por Dividendo debe hacerse sobre 100.000€/acción, aportando una Rentabilidad por Dividendo del 25%, porque es lo que realmente han desembolsado. Si lo hiciésemos respecto a los 300.000€/acción, el ratio seria de 8,3%, no siendo correcto el análisis.
- La rentabilidad por dividendo se calcula sin eliminar el efecto fiscal, es decir, sin descontar los impuestos: el dividendo bruto. Entre otras razones, porque los impuestos pueden variar dependiendo de las cantidades a percibir. Si cobramos dividendos por una cantidad inferior a 6.000 euros, sufriremos una retención de un 19% en el IRPF. Si sobrepasa de 6.000 euros (hasta los 50 000), la Agencia Tributaria nos aplicará una retención de un 21%.
En otras palabras, la rentabilidad por dividendo es menor de lo que suponemos, como consecuencia del efecto fiscal en el cobro de los dividendos.
Para minimizar el impacto de los impuestos y de esta manera aumentar la rentabilidad por dividendo, podemos recurrir a productos financieros que presentan ventajas fiscales, tales como los fondos de inversión. Los fondos de inversión únicamente tributan al 1%. Dicho de otro modo: al invertir en fondos de inversión, en realidad estaremos tributando al 1% por los dividendos obtenidos de forma indirecta.

Acciones con mayor rentabilidad por dividendo
Las empresas que presentan un buen ratio de Rentabilidad por Dividendo suelen estar bien consideradas y con prestigio.
Normalmente son empresas estables, con cierta fortaleza, con grandes ventajas competitivas siendo en ocasiones monopolios u operan en mercados regulados. Históricamente están muy ligadas no solo a su sector sino también a la economía el país.
Son empresas que tienen una política de reparto de dividendos muy atractiva para el accionista, repartiendo beneficios (o una buena parte de ellos) entre sus accionistas de forma sostenida, pero que no suelen tener un gran crecimiento porque reparten todo lo que generan y no abordan nuevos proyectos o negocios que distorsionen su core bussines.
Depende de cada país, pero en el caso español, empresas relacionadas con sectores estratégicos de la economía como el gas o la energía eléctrica presentan muy buenas rentabilidades por dividendo. En países de nuestro entorno como Francia, empresas aseguradoras y energía destacan por tener históricamente buenas rentabilidades por dividendo, y en el caso de Italia sucede lo mismo con el sector de la energía e incluso la banca.
También debe estudiarse el contexto de la empresa cuando valoramos las Rentabilidades por Dividendo. Debe existir un alineamiento claro de intereses entre accionista, empresa e incluso equipo directivo. No es la primera ocasión ni será la última, en la que una empresa desaparece porque el bonus de un CEO está ligado a repartir cierta cantidad de dinero a sus accionistas, no lográndolo desde la actividad de la empresa y decide acudir a financiación externa, endeudando a la empresa para poder repartir esos dividendos comprometidos. El CEO de la empresa logra su objetivo y cobra su bonus, pero la viabilidad de la empresa puede quedar en entredicho yendo en contra del interés general de sus accionistas. Por lo tanto, es muy importante no solo ver el dato en si de la Rentabilidad por Dividendo, sino también el cómo se origina.
Por otro lado, empresas de sectores cuyas tasas de crecimiento anual son muy elevadas suelen consumir los beneficios generados, con la esperanza de generar mayores beneficios en el futuro. Estas empresas tienden a tener Rentabilidades por Dividendo muy bajas, como, por ejemplo, empresas ligadas al sector tecnológico. Por lo tanto, debe reinar la cautela en un inversor cuya tranquilidad radique en tener una buena rentabilidad por dividendo y que esta sea sostenible en el tiempo, porque una de las máximas en el argot inversor es que “rentabilidades pasadas no aseguran rentabilidades futuras”.
Es fundamental tener presente la política de dividendos de la empresa. En definitiva, todo depende de la estrategia que lleve a cabo el inversor para intentar obtener buenas rentabilidades, asociándose el hecho de invertir en empresas con buenas rentabilidades por dividendo a inversores conservadores, no especulativos, que renuncian a posibles rentabilidades futuras en pro de la seguridad que aporta recibir un dividendo anual.

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